Resumiendo...

He descubierto que la soledad puede ser una Maldición o una bendición.
Por mi parte prefiero estar maldita.

sábado, 19 de junio de 2010

Demolición...


hace algún tiempo confabulamos en construir algo. Una instancia única, intima, de nosotros. Estuvimos mucho tiempo construyéndola, quizá demasiado.
Pensé que el cemento que había puesto sobre los cimientos bastaría para sostener toda la casita y el resto poder hacerlo de cartón.
Pensé que me ayudarías a sostenerla cuando el mal tiempo la arrasara, que ambos combaríamos de igual manera para que nuestro hogar no se cayera.
Pero vino el temporal y algo sucedió.
Te envié con una mujer a buscar algún plástico que nos ayudara a proteger nuestro hogar, y yo a cambio me quede con ellas para tratar de sujetar nuestra casita.
Cuando volviste sola, porque la mujer había encontrado una casa más solida en la que no tenía que preocuparse de que se cayera; ellas también me habían dejado y yo luchaba sola por tratar de conservar los vestigios de lo que habíamos sido. Tú lloraste. yo tardé un poco más y lloré también. Creímos que todo había terminado, pero tú me animaste a seguir con la esperanza, a seguir con la lucha, contra lo inevitable. Me dijiste que podríamos arreglar todas las fallas que habíamos tenido, me dijiste que íbamos a ser invencibles.
Pasó el temporal y descubrimos que de nuestra casita no quedaba más que los cimientos. Quedamos en construir una nueva. tú dijiste que ibas a buscar algún material para que esta no se cayera, que te esperara allí en lo que quedaba de lo que habíamos sido.
Yo te esperé. Esperé a que volvieras...

Hace algún tiempo supe que tienes otra casa. una casa que formaste con ellas. una casa sólida y ramificada. Una casa de inquilinos felices y de amor.
¿y yo? bueno, sigo levantando nuestra casa. De a poco, casi eternamente. Hay algunos vecinos que me ayudan a hacerlo y me acogen en los días de lluvia. Pero para ellos no soy más que a quien ayudan en el temporal. ya no pertenezco a una familia, ya no más.
...A veces pienso sueño con lo que fuimos y allí recuerdo inevitablemente la casita que perdimos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario