Resumiendo...

He descubierto que la soledad puede ser una Maldición o una bendición.
Por mi parte prefiero estar maldita.

domingo, 11 de julio de 2010

27 cuentos que nos venden desde pequeños y ahora que crecimos sabemos que nos han mentido.



(I PARTE)
1.-Debes hacerle caso a lo que dice tu madre porque ella siempre tiene razón:
¡mentira! Mi madre aprendió a regañadientes a ser mamá, ¿cómo tendría que confiar a ciegas en alguien así?
2.-En esta vida todos te van a mentir y robar: Esta es una verdad a medias.
3.-Las cosas se arreglan hablando: ¡ Créanme! por experiencia propia sé que esto NUNCA, JAMÁS funciona.
4.- Si te la pasas estudiando, siempre vas a estar solo: Siempre existen los grupos de estudio :)
5.- los hombres te quieren por lo que eres: DE SEGURO primero miraron si tienes buenos "atributos" (válido para la mayoría de los hombres. ¿excepciones? claro)
6.- Las mujeres no pueden ir tras un hombre: ¡absolutamente! y si a él no le interesas, hay muchos más.
7.- Los hombres no se enamoran: sólo que lo hacen de las mujeres equivocadas.
8.- Si eres una señorita eres aburrida: ¿La clave de madurar está en los limites?
9.- Si no tomas, fumas ni te drogas no eres parte de la juventud.
10.-La escuela es la mejor etapa de tu vida.
11.- Los amigos de la escuela te quieren por lo que eres, nunca por conveniencia: siempre hay alguien que te busca por conveniencia
12.- eres irreemplazable: La clave está en hacerles creer eso.
13.- Si un hombre tiene muchas mujeres es groso: Eso es mentira, quizá algunas mujeres se sientan atraídas por ello, pero a mi parecer son poco confiables.
14.- no puede existir la amistad entre un hombre y una mujer
15.- Las mujeres son las chismosas: He escuchado algunas mentiras que dicen los hombres. ¡y vaya que chismes!
16.- el dinero lo compra todo: De que abre algunas puertas, lo hace.
17.- comencemos desde cero: Jamás se puede comenzar desde cero.

miércoles, 7 de julio de 2010

Mi huida...


Es extraño que el lugar donde he tenido mis mejores momentos, es el lugar donde más he sufrido.
Y es más raro aún, que los sentimientos de pena sean más fuertes y quiera escapar de allí lo más rápido posible, obviando todas las risas, amistades y alegrías que he forjado en cada uno de los bancos.
Lo siento, pero me quiero ir.
Irme y dejar todo sin más.
No voy a comunicarme con nadie, no porque sea orgullosa ni vanidosa, sino por que tener cualquier contacto con ese lugar, me lleva a la peor etapa de mi vida.

viernes, 25 de junio de 2010

algo extraño...


Este mes me sucedió algo bastante ¿cómo decirlo?.. Raro.
Hace algunos años, cuando cursaba 8º básico (hoy estoy en cuarto medio) soñé con la idea de un libro, un sueño repetitivo que venía y venía a mi al menos una noche cada mes.
Bueno, era algo asi:
Neela y Max (como nombré luego a mis protagonistas) se habían intercambiado sus recuerdos y ambos "recordaban" vivencias, personajes, calles que no reconocían. Neela comienza a enamorarse del chico que aparecia en sus recuerdos y decide ir en busca de él.
Así comenzaba mi libro. Pero quizá porque nunca me convenció del todo la idea o mejor dicho pensaba que a nadie más le iba a interesar, traspuse y traspuse de escribirlo hasta el día de hoy.
Lo verdaderamente extraño me ocurrió cuando mi prima me preguntó si habia oido hablar del ultimo libro de Cecelia ahern. Yo le dije que estaba leyendo "donde comienza el arcoiris" asi que todavia no sabía nada de ella para no tentarme e ir a una libreria y comprarmelo. Mi prima me habló del nuevo libro. Me dijo que se llamaba "recuerdos prestados", que se trataba de una chica que tenía un accidente y despertaba con los recuerdos de alguien más, y que era una historia de amor.
Me he sentido rara desde ese momento, quizá un poco ultrajada. Sé que cecelia no pudo haber robado mi historia, pero siento que fue así de alguna manera. y cuando compré el libro me sentí vendiendome a mi misma.
El libro está en mis estanterias, aún no lo he leído. Me siento extraña leyendo de alguien más una historia que fue mia.

y ustedes ¿qué tal? ¿les ha pasado algo asi de loco?

domingo, 20 de junio de 2010

Una pregunta...


mi madre acaba de decirme ¿qué vas a hacer cuando te cases?
...¿la libertad de una mujer termina cuando se casa? ¿quién inventó eso?

sábado, 19 de junio de 2010

¿y si...?



¿y si algún día todos los pájaros se olvidaran de volar y no quedara nada más que nubes en el cielo? ¿olvidaríamos que tenemos la posibilidad de volar muy alto y ver el sol? ¿olvidaríamos que la tierra no es el límite? ¿olvidaríamos todo esto o simplemente le creeríamos a los ancianos que cuentan historias sobre la libertad?
Hace casi 2 años leí un articulo relacionado a esto. Se trataba de unos monos a los cuales se les ponía comida en lo alto de una escalera, estos debían subir y cogerla pero al llegar al final de la escalera alguien los bombardeaba de agua hasta que estos bajaban. Lo intentaban uno tras otro pero siempre era el mismo resultado. Fue entonces cuando estos monos dejaron de tratar y se quedaron con lo que los científicos les daban de comer. Días después introdujeron a unos monos nuevos a la comunidad. Estos veían el premio al final de la escalera y no dudaban en subirla, pero los monos más antiguos se lo impedían contándole las historias sobre lo que les había ocurrido. La mayoría de los monos desertaba pero algunos no se dejaban engañar y subían a por el premio. No recuerdo más pero me gustaría saber... ¿eres de esos monos que no se arriesgan o de los que suben la escalera a pesar de lo que dirán?

Mientras repasemos lo pasado...


Yo lo perdí todo y ellas día a día me recuerdan lo sola que me encuentro.
Yo fuí la que quedó sola, la que perdió todo.
La que se quedó con los vestigios de lo que teniamos.
La que tuvo que buscar nuevos caminos.
La que se siente un poco sola.
La que no encuentra aún a quien confiarle sus secretos.
La que sueña con compartir nuevamente lo que teniamos.
La que es demasiado cobarde como para poder decirtelo a la cara.
La que se queda en el pasado.
La que no sabe que hizo mal.
La odiada.
La que no tiene tiempo para nadie.
La que se volvió cinica y miserable después de dejar de confiar en todos.
La que no tiene nadie a quien acogerse.
La que salió perdiendo.
Esa soy yo.

Demolición...


hace algún tiempo confabulamos en construir algo. Una instancia única, intima, de nosotros. Estuvimos mucho tiempo construyéndola, quizá demasiado.
Pensé que el cemento que había puesto sobre los cimientos bastaría para sostener toda la casita y el resto poder hacerlo de cartón.
Pensé que me ayudarías a sostenerla cuando el mal tiempo la arrasara, que ambos combaríamos de igual manera para que nuestro hogar no se cayera.
Pero vino el temporal y algo sucedió.
Te envié con una mujer a buscar algún plástico que nos ayudara a proteger nuestro hogar, y yo a cambio me quede con ellas para tratar de sujetar nuestra casita.
Cuando volviste sola, porque la mujer había encontrado una casa más solida en la que no tenía que preocuparse de que se cayera; ellas también me habían dejado y yo luchaba sola por tratar de conservar los vestigios de lo que habíamos sido. Tú lloraste. yo tardé un poco más y lloré también. Creímos que todo había terminado, pero tú me animaste a seguir con la esperanza, a seguir con la lucha, contra lo inevitable. Me dijiste que podríamos arreglar todas las fallas que habíamos tenido, me dijiste que íbamos a ser invencibles.
Pasó el temporal y descubrimos que de nuestra casita no quedaba más que los cimientos. Quedamos en construir una nueva. tú dijiste que ibas a buscar algún material para que esta no se cayera, que te esperara allí en lo que quedaba de lo que habíamos sido.
Yo te esperé. Esperé a que volvieras...

Hace algún tiempo supe que tienes otra casa. una casa que formaste con ellas. una casa sólida y ramificada. Una casa de inquilinos felices y de amor.
¿y yo? bueno, sigo levantando nuestra casa. De a poco, casi eternamente. Hay algunos vecinos que me ayudan a hacerlo y me acogen en los días de lluvia. Pero para ellos no soy más que a quien ayudan en el temporal. ya no pertenezco a una familia, ya no más.
...A veces pienso sueño con lo que fuimos y allí recuerdo inevitablemente la casita que perdimos.